Proyecto "Escribir para liberar"

Angélica P. / Luisa M.
11 sept 2017
6 Min. de lectura

La importancia de la expresión escrita:

La escritura es un medio de expresión creado por el hombre y que forma parte de nuestras vidas a lo largo de la historia hasta convertirse en el principal medio de comunicación y el más fiable, entre generaciones. La escritura permite dejar constancia de hechos históricos, descubrimientos científicos, pensamientos filosóficos, principios matemáticos, etc., evitando así caer en el olvido. Gracias a la escritura, podemos acudir a diferentes textos antiguos en los que se refleja el pensamiento social y cultural de nuestros ancestros lo que nos permite comprender mejor por qué somos quienes somos y estamos donde estamos. Podemos decir así que, gracias a la escritura podemos comprendernos a nosotros mismos. La escritura, en definitiva, permite la comunicación. A través de la escritura pretendamos que otro nos entienda y para eso:

Gracias a la escritura, podemos expresar nuestras emociones, nuestros pensamientos, deseos, temores, inquietudes, sentimientos…Y lo que es más importante, gracias a la escritura podemos entender mejor nuestros pensamientos, puesto que en el proceso de escritura traducimos al lenguaje nuestros pensamientos más íntimos; este proceso posibilita clarificar nuestras propias ideas, entendernos mejor y ser capaces de expresarnos mediante el lenguaje.

Pero además de ser un instrumento de comunicación, la escritura constituye un pilar fundamental en nuestra sociedad. Somos animales autobiográficos, seres inscritos al registro civil, sin lo cual no somos nadie. La escritura en una sociedad como la nuestra, es una herramienta de socialización. A lo largo de nuestras vidas, realizamos distintos actos de escritura relacionados con la burocracia, las relaciones económicas, la sanidad, la formación académica y las comunicaciones. Como indica Camps (2003: 9)

De esto se desprende que la escritura está necesariamente unida a la vida, por lo que, como es lógico, esta se ha convertido en un instrumento de nuestra vida académica y es de vital importancia su enseñanza en el espacio educativo. Por tanto, es necesaria una adecuada práctica pedagógica de las tareas asociadas a la enseñanza de la escritura, es decir, necesitamos revisar nuestro modo de enseñar la escritura en las aulas con el objetivo de progresar en el terreno de la expresión escrita y lograr una buena práctica docente al respecto.

Proyecto

Por medio de la escritura, podemos modificar la concepción de la producción escrita, donde no sea solo vista como un ejercicio para transmitir un mensaje, con una variedad de códigos y cumpliendo ciertas normas, sino un ejercicio que permita expresar pensamientos, sentimientos, emociones plasmados en un papel con un solo objetivo, que sean leídos y escuchados. Para esto usaremos la escritura como terapia llamada “Escritura- terapia” que permita y facilite la expresión y comprensión emocional del autor, así como potencia la autoconciencia y el autoconocimiento.

A partir de este reconocimiento y rencuentro entre el yo y el otro se busca romper con la educción o métodos excluyentes ya instaurados en el sistema educativo. Para ello desarrollamos un proyecto en el instituto ARKOS, llamado “Escribir para liberar”, con el objetivo en primer lugar de generar una nueva perspectiva en los estudiantes de riesgo social que permita y desarrolle la motivación del estudiante empezando por una nueva mirada a la concepción de la expresión escrita y así transformarla en un ejercicio de libre expresión dentro y fuera del aula de clase que permita y facilite la expresión y comprensión de la realidad del otro.

El ejercicio se desarrolló de manera voluntaria donde los estudiantes pueden participar de manera activa, a través de textos escritos por ellos mismos, donde el estudiante descubre y se acerca al arte de la escritura y de esta manera reconstruye su identidad, expresa su realidad por medio de la originalidad y autenticidad, para así permitir el reconocimiento del otro ya sea como estudiante o educador. También podrán participar de manera pasiva, aquellos que quieran escuchar los textos realizados por sus compañeros y de esta manera generar en el locutor un autorreflexión donde se logre la aceptación e identificación del Otro.

¿Qué queremos con el proyecto?

“Escribir para liberar” es un proyecto que tiene como fin, permitir que el autor se exprese de manera libre y sin prejuicios, sin un dedo amenazador, que todo el tiempo lo está juzgando y criticando, hay quienes no necesitan quien los juzgue, porque son ellos mismos los primeros jueces, por ello el proyecto como su nombre lo indica, pretende que quien escriba libere sus realidades o deseos más profundos, que en su relato se sienta libre y transmita sus emociones y de esta manera conocer su verdadero “Yo” por medio de las letras, para ello el proyecto consta de aquellos estudiantes voluntarios a participar con sus breves escritos, auténticos y originales y por medio de sus relatos escritos, conocer su realidad, conocer su “Yo interior o su Yo en construcción” como denomina Levinas al proceso en construcción de identidad que vive el hombre, los voluntarios podrán participar de manera activa y pasiva, ya sea escribiendo su historia y/o escuchando los relatos del Otro, para así aceptar y comprender al Otro.

En primer lugar se pretende que el estudiante descubra y practique el arte de escribir y de esta manera reconstruya su identidad, sienta libertad de expresión, ya sea de sus pensamientos o emociones; Para ello fue necesario dar algunas bases a los estudiantes en cuanto a la expresión escrita, se trabajaron en clase también técnicas de escritura y composición de textos como: ortografía, puntuación y como ordenar las ideas para una mejor comprensión y así, poco a poco motivarlos a participar en el proyecto.

En segundo lugar, reflexionar y comprender las causas de dificultad educativa desde el punto de vista de los estudiantes y sus realidades, lograr que por medio de este tipo de actividades se genere conciencia en los estudiantes más vulnerables y así poder crear e innovar metodologías o herramientas pedagógicas que aporten en su formación integral, para sobrepasar aquellos obstáculos en contextos socio-culturales complicados y vistos desde riesgo ya sea violencia o pobreza.

En los textos podremos encontrar una variedad de temáticas desarrolladas, ya que el tema de interés es libre, por ahora hay cinco voluntarios en el proyecto “Escribir para Liberar”, entre ellos dos educadoras en proceso formativo y autoras de dicho proyecto, Luisa Madero y Angélica Parra, y tres estudiantes actualmente vinculados al instituto ARKOS, dichos nombres no serán publicados, sino sus seudónimos, Pollo, Mateo.

“ESCRIBIR PARA LIBERAR”

Una de las ideas principales al realizar el proyecto, fue poder crear un vínculo entre el escritor y el lector, ya sean docentes o alumnos, poder identificar por medio del texto escrito la identidad del Otro, como la escritura puede trasmitir mensajes, historias y ciertas emociones auténticas del escritor, que serán interpretadas de diferentes maneras generando consciencia o reflexión en el lector, en un principio sabíamos que serían pocos los estudiantes que participarían, ya que en este sector es visible el desinterés de la gran mayoría de ellos, por esto decidimos empezar a cambiar la concepción de la producción escrita, muchos de los estudiantes nos informaron que no les gusta escribir, ya que en la escuela les obligaban hacer textos “interminables y sin sentido”, como resúmenes de libros que jamás leyeron, o escritos de diarios que nunca terminaron, otros estudiantes nos manifestaron que no les gustaban leer porque sentían que perdían el tiempo, así que iniciamos nuestro proyecto con poca motivación y sin saber que surgiría después, en un inicio mi compañera Luisa les explico que se trataba de un proyecto de grado de la Universidad de La Salle, que no era obligatorio, solo voluntario, para aquellos que quisieran escribir , el tema era libre, de lo que quisieran escribir y era en algo informal desde una pedazo de papel, hasta 2 o más hojas carta, para el primer escrito solo un estudiante se interesó, fue el primero en participar, para un segundo momento, mi compañera desarrollo en clase diferentes temas acerca de la producción escrita, como signos de puntuación, algunos conectores, y de esta manera motivar a los estudiantes a participar en el proyecto, sin presión ni obligación alguna, entonces un estudiante más se sumó al proyecto. Al leer los textos nos dimos cuenta que a pesar de la mala ortografía o la caligrafía, estos chicos trasmitían mensajes verdaderos y seguramente desde el corazón; que aunque no trataban de la misma problemática no se alejaba de nuestra realidad. Fue ahí donde comprendimos que no solo era un proyecto de grado, sino podía ir más allá, podía ser un proyecto de vida, tanto para ellos como estudiantes y nosotras como docentes en formación. Por esto decidimos que los voluntarios podían participar de manera pasiva también, quienes quisieran podían escuchar los textos escritos por sus compañeros o docentes, decidimos que estos escritos no podían quedar solo plasmados en papel, tenían que ser escuchados o leídos y así probablemente, varios de los estudiantes se puedan sentir identificados con el Otro o al menos aceptar que el Otro no es tan distante del “Yo en construcción”. Finalmente pretendemos que con el proyecto más estudiantes se sumen y así poder construir entre todos una nueva concepción de la Educación del Otro”, donde el otro sea aceptado e integrado en nuestra sociedad sin prejuicios, que desde la educación se le acepte distinto a mí pero no distante, para así lograr una sociedad integra, rompiendo los esquemas e estereotipos impuestos.