La evaluación docente en Colombia
- Camila S. / Marcela V./Jefferson G./Duvan
- 30 sept 2017
- 6 Min. de lectura

En nuestro país la institución encargada de evaluar tanto a estudiantes y docentes es el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior ICFES, institución adscrita al Ministerio de Educación Nacional (MEN) desde el año 1968. Esta vinculación ha desarrollado diferentes exámenes tales como: las pruebas de Estado Saber aplicadas a los grados 3°, 5°, 7°, 9° y 11° en el caso de la educación básica y media, y las pruebas Saber TyT (técnicos y tecnólogos) y Saber Pro (profesionales) en el caso de la educación superior.
Ahora bien, el ICFES junto con el MEN diseñaron la Evaluación de Carácter Diagnóstico Formativo ECDF con la que se pretende evaluar a los educadores de acuerdo a los siguientes disposiciones normativas: Decreto Ley 1278 de 2002 (Por el cual se expide el Estatuto de Profesionalización Docente); Decreto 1075 de 2015 ( Por medio del cual se expide el Decreto Único Reglamentario del Sector Educación ); la Resoluciones 21292 y 22453 de 2016 del Ministerio de Educación Nacional ( Por la cual se establecen las reglas y la estructura de actividades para el proceso de evaluación que tratan los artículos 35 y 36…para el ascenso de grado o la reubicación nivel salarial de los educadores oficiales regidos por dicha norma…) y las demás disposiciones normativas que resulten concordantes. Es decir, los nuevos maestros que harán parte de la planta estatal deben presentar la prueba ECDF.
Esta prueba se enfocará en la práctica educativa, pedagógica, didáctica y de aula, en una de las clases que imparte el docente por medio de un video así: a) Contexto de la práctica educativa y pedagógica del docente por medio de un video, b) Reflexión y planeación de la práctica educativa y pedagógica, c) Praxis pedagógica y d) Ambiente en el aula.
A pesar de que esta nueva evaluación docente busca solventar las falencias que mostraban los modelos de evaluación anteriores, sigue sin ser suficiente para
presentar realmente las habilidades y competencias importantes en la relación maestro-alumno en el aula. Según Julián de Zubiría “un video no permite determinar el nivel de comprehension de un maestro sobre el estudiante, ni el impacto estructural que generan sus mediaciones a nivel valorativo y cognitivo”
El video representa el 80% de los resultados de la evaluación y uno de los requisitos es mostrar una actividad de 30 a 50 minutos dentro de una clase normal. Sin embargo, es pertinente preguntarse si en este video se pone en escena los vínculos que tiene el maestro con sus estudiantes y si en este se considera, no solo la construcción de conocimiento sino también la construcción integral y de identidad de cada alumno, pues, ese también corresponde a un ámbito clave en la formación educativa.
Un maestro, en la disciplina que sea o independientemente de la institución educativa a la que pertenezca sabe que en clase se presentan situaciones simétricas y asimétricas. Es decir, que en la escuela se ve reflejado la realidad social de cada persona y esta logra manifestarse de diferentes formas, formas de expresión que el profesor no puede pasar por alto o no puede pretender que no se presenten.
Por lo que se ve con el pasar del tiempo es que la identidad del profesor no la crea el mismo sino los conceptos técnicos que la sociedad y la cultura crean del docente, y al parecer, cumplir estos modelos es lo que se espera del docente en su evaluación. Si bien es cierto que el maestro debe cumplir con algunos parámetros vale también preguntarse porque no tomar en cuenta el punto de vista del alumno frente a lo que espera del maestro y así mismo lo que el docente espera de sus estudiantes, no en lo referente a lo disciplinario sino en la formación de valores y superación dentro de la vida. No obstante, el problema que aún se ve constantemente reflejado es que el mismo docente crea un discurso lleno de estereotipos y paradigmas cuando es él el que debe reconocer que tanto el como los demás son sujetos dentro de la cultura y que es necesario comprender las nuevas generaciones y los cambios que vienen con ellas.
Por un lado, para el ICFES como para el MEN la evaluación tiene como fin animar a los docentes a que mejoren sus procesos educativos en el aula de clase, ya que estas les pueden mostrar evidencias acerca de qué es lo que están enseñando y cómo los alumnos reconocen los distintos códigos con los que maestro trabaja.
De otro lado, la evaluación también permite establecer que tan claros son los conceptos y en qué estado se encuentran estos, es decir, si son docentes que están en continua actualización. También, para el ICFES y el MEN estas pruebas permiten reconocer el desarrollo del sistema educativo y cómo se están empleando los estándares nacionales y extranjeros para cada grado.
Ahora bien, teniendo en cuenta la temática de nuestra investigación la cual cuestiona la evaluación docente en nuestro Colombia y la forma en que esta se aplica, pensamos que es importante relacionar la temática investigativa con los puntos de vista y reflexiones de pensadores como Emmanuel Lévinas el cual hace grandes aportes a la reforma de la escuela y la educación.
En el caso de la evaluación docente en Colombia es de suma importancia no solo fijarnos en los conocimientos que posee un docente en cuanto a la materia que enseña sino que parece conveniente que el sistema educativo o ministerio encargado se fije también en otros aspectos de suma importancia para que en realidad pueda este determinar si un docente es apto o no para impartir una clase en determinado contexto educativo o si este sujeto educador es merecedor de ascender en un ordenanza de escalafones que se fija más vigilar que se cierto número de requerimientos para que se logre dicho acenso.
Esta postura la planteamos desde las ideas de Lévinas ya que parte de su teoría se centra en ver al otro desde un punto de vista muy diferente al que muchas veces y tradicionalmente lo venimos viendo. Si lo enfocamos más hacia el contexto educativo en el que se involucra la relación entre dos sujetos básicos que componen el proceso, los cuales vendrían siendo el maestro y el alumno, el maestro debe ver al “otro” alumno, no como alguien que carece de conocimiento, por el contrario debe verlo como alguien que tiene la necesidad y las ganas de aprender, también nos dice que se debe ver a ese sujeto “alumno” como un ser el cual viene con sus diferencias y particularidades a interpelarnos, diferencias que también son resultado de un contexto del cual proviene, resultado a su vez de una sociedad cambiante y diversificada en la que vivimos.
La relación que vemos entre la postura de Lévinas y la evaluación docente es que un sistema educativo como el nuestro y de otros países de la región, debería tener en cuenta a la hora de evaluar la parte ética que debe ejercer el docente frente a las diversas necesidades que exige nuestra sociedad a nivel formador y educativo. El sistema debería ver y proyectar al maestro en su evaluación hacia una educación más liberadora en la que no se piense en la reproducción de conocimientos y doctrinas innecesarias en las que no se le está dando ningún valor relevante al ser humano responsable de cambios importantes a futuro en el mundo. Se debe pensar más en formarlos para enfrentar los duros contextos y problemáticas que existen fuera de la escuela. Es por esto que a la hora de evaluar, el ente a cargo debería realizar reformas que garanticen la veracidad de unas pruebas en las que se tenga la certeza de que quien está asumiendo un rol de el “otro” educador sea una persona que cuenta con la sensibilidad y tacto para desenvolverse en una aula en la cual deberá atender las diferentes necesidades de sus estudiantes. Hablamos del “otro” educador ya que dentro de los planteamientos de Lévinas para el sujeto aprendiz, el maestro también es un “otro” , es ahí donde debemos sensibilizar al estudiante para que tenga esta nueva visión humanizada la cual tomaría una postura algo freiriana a su vez.
En conclusión, la evaluación a los docentes en nuestro país es necesaria pero debe contar con estándares propios y no basarnos únicamente en los internacionales los cuales están descontextualizados, también que los hallazgos obtenidos se empleen en la investigación para producir nuevas estrategias que mejoren y promuevan la verdadera profesionalización de los maestros.
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